El presidente de El Salvador defiende su política de seguridad, señalando que los delincuentes deben enfrentar las consecuencias de sus crímenes, aunque el perdón celestial sea posible.
El presidente Nayib Bukele descartó otorgar el perdón a los miles de prisioneros detenidos durante su guerra contra las pandillas en El Salvador en la que algunos tienen condenas de más de 100 años.
En una entrevista publicada en sus redes sociales, Bukele reafirmó su postura sobre la justicia y el manejo de criminales violentos afirmando que el perdón "le compete a Dios" y no a su gobierno.
“Creo que Dios puede perdonar a todos, sé que si él se arrepiente y pide perdón va a ir al cielo, como cualquier otro pecador, pero eso le compete a Dios.
“Aquí en la Tierra tiene que estar en prisión, porque lastimosamente ya le confiamos que el tuviera la cara y cortó tres cabezas”, destacó el mandatario.
Firmeza ante la violencia
El mensaje de Bukele es congruente con su política de “mano dura” contra las pandillas y el crimen organizado, en la que hay aproximadamente 104 mil presuntos delincuentes han sido encarcelados en las Mega cárcel de El Salvador y otros centros penitenciarios.
Bukele ha sido elogiado por reducir significativamente los índices de violencia en su país, aunque su enfoque ha generado críticas por las violaciones a los derechos humanos y la falta de debido proceso en muchos casos.
Algunos presuntos pandilleros han sido juzgados por los delitos de homicidios, extorsiones agravadas, planificación y conspiración para asesinar personas, así como, crimen organizado, en los que se han dado penas de hasta mil 420 años en prisión.
Con información de Milenio
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