Migrantes y activistas están a la expectativa de lo que sucederá después de que termine el llamado Título 42 el próximo 21 de diciembre
Migrantes y activistas de la frontera norte de México celebran el próximo fin del Título 42 de Estados Unidos tras el fallo de un juez, pero están bajo la expectativa de lo que sucederá después de que termine la normativa el próximo 21 de diciembre.
La decisión del juez federal Emmet Sullivan de bloquear la norma, que expulsa de forma inmediata a migrantes con el argumento de la pandemia, es “una muy buena noticia”, dijo Soraya Vázquez, subdirectora de la organización binacional “Al Otro Lado”, desde Tijuana, en la frontera con California.
La activista expuso que el fallo deja atrás “la medida caprichosa, arbitraria y contraria al procedimiento instrumentada por Donald Trump”.
Pero Vázquez advirtió que el panorama permanecerá igual durante las cinco semanas de gracia que concedió Sullivan y en ese periodo va a tener a los migrantes “bajo muchas expectativas” porque no saben si el Gobierno de Joe Biden apelará el fallo o implementará otra medida.
“Pensamos que el ánimo de Biden es justamente acabar con el Título 42, pero también sabemos que en su administración hay sectores más conservadores que sí quieren que se mantenga esa medida”, opinó.
Para la activista, tras este bloqueo y cancelación del Título 42, el Gobierno podría desarrollar un mecanismo en el que Estados Unidos pueda procesar a las personas que cruzan para solicitar asilo, además de los casos que ya hay allá, “que son cientos de miles”.
Desde marzo de 2020, cuando entró en vigor el Título 42, Estados Unidos ha expulsado a 2.4 millones de migrantes, la mayoría desde el límite con México y la mayor parte han sido durante el Gobierno de Biden porque el número de indocumentados ha crecido de forma exponencial.
Vázquez dijo que en este momento político en Estados Unidos “hay muchas cosas en juego”, pues ahora están en un proceso poselectoral y “la migración siempre ha sido una moneda de cambio en ese sentido”.
“Por eso es que todos estamos a la expectativa sobre qué va a pasar después del 21 de diciembre, no sabemos, no tenemos certeza sobre cuál será el mecanismo que el Gobierno estadounidense vaya a anunciar, si vaya a abrir la frontera, no hay nada claro aún”, apuntó.
Ante los cambios políticos, Martha Martínez, una migrante originaria de Honduras, expresó “una inmensa alegría”, pero con escepticismo.
“Siento que esto puede continuar igual o que al final se inventen otra cosa como pasó con los hermanos venezolanos, no sabemos nada pues, así que a esperar”, contó.
La mujer, quien viaja con dos de sus hijos, dijo que no baja la guardia ni pierde la esperanza, pues lo único que ansía es llegar a territorio estadounidense y realizar su proceso de asilo de forma normal.
La resolución judicial del martes pasado no solo tumba una de las últimas barreras impuestas por Trump a la inmigración que quedaban en pie, sino que supone un desafío para la Administración de Biden en un momento de detenciones récord de indocumentados en la frontera con México.
Solo en octubre hubo 230 mil arrestos en la frontera con México, con más de 78 mil 400 expulsiones del territorio estadounidense.
José María García Lara, director de Movimiento Juventud 2000, esperó que tras el fallo “se beneficie la población que ingrese de forma irregular ya que quizás va a tener la oportunidad de llevar el debido proceso como normalmente se hacía, para acceder a “ayuda humanitaria”.
Como activista, pidió esperar los efectos del 21 de diciembre, la fecha de expiración de la medida.
“Y ojalá que no sea lo contrario, que independientemente de que no haya Título 42 no sean retornados inmediatamente a territorio mexicano”, comentó.
Aún así, reconoció que la noticia podría extenderse a nivel internacional e incentivar la migración.
“Quizás tenga el efecto de que mucha comunidad pueda acercarse a las zonas fronterizas y en algún momento tengamos más comunidad en la frontera buscando la oportunidad de asilo”, opinó.
Con información de EFE
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