Lionel Messi ha caído contra el Bayern Múnich en cinco de las ocho veces que lo ha afrontado y solo dos veces ha salido ganando
Pocos equipos en el mundo pueden presumir de tener un balance positivo frente a Lionel Messi. La estrella argentina ha caído contra el Bayern Múnich en cinco de las ocho veces que lo ha afrontado y solo dos veces ha salido ganando.
El exjugador del Barcelona apunta a titular este martes en los octavos de final de la Liga de Campeones frente a los germanos, pese a los problemas de isquios que le obligaron a perderse el último duelo del PSG frente al Mónaco este sábado.
Por la cabeza del reciente campeón del mundo desfilarán las imágenes de aquel terrible 14 de agosto de 2020, cuando el Barcelona caía humillado en Lisboa 2-8 ante del equipo bávaro, en un partido de cuartos de final de la Liga de Campeones.
Con Quique Setién en el banquillo, aquel duelo marcó la salida del Barça de la élite del fútbol europeo, el principio del fin de una era dorada que había ido unida al nombre de Messi.
Hoy por hoy no nos da para ganar la Liga de Campeones”, señaló entonces el argentino, que con esa frase lapidaria, que constataba lo que decían también los resultados, bajaba de dimensión a uno de los grandes de Europa.
Un año más tarde, el astro de Rosario abandonaba el Barça con aquella herida bien marcada y de nuevo se medirá ahora al equipo que se la asestó.
Era la octava vez que Messi se medía contra la escuadra alemana, con la que ha tenido importantes reveses.
Buenos inicios
Y eso que todo empezó con buenos augurios, ya que la primera vez que tuvo enfrente al Bayern fue en abril de 2009, en cuartos de final de la Liga de Campeones. En la ida, el Barça de Pep Guardiola se impuso por 4-0 al Bayern de Jurgen Klinsmann, con dos goles de Messi y una asistencia al nigeriano Samuel Eto’o.
En la vuelta el resultado fue de 1-1 y el Barcelona siguió su camino hacia su tercera Liga de Campeones.
Cuatro años más tarde los germanos devolvieron la afrenta en semifinales. El equipo de Jupp Heynckes goleó 4-0 al de Tito Vilanova en Múnich y 0-3 en el Camp Nou, con un Messi poco participativo en ambos duelos.
Ese mismo 2013 los dos equipos disputaron un amistoso en el Allianz Arena, ya con Guardiola en el banquillo bávaro, que se saldó con un 2-0 a su favor.
Autor de nuevo de dos goles y de una asistencia, el argentino fue el artífice de la victoria catalana en la ida de las semifinales de 2015 (3-0), un resultado que mantuvieron en la vuelta donde perdieron por 3-2, para clasificarse para la final en la que acabarían ganando la que es su última Liga de Campeones hasta el momento.
Luego llegó el desastre de Lisboa que marcó a todo el barcelonismo y también a Messi, que busca ahora con el París Saint-Germain levantar un nuevo título europeo.
Messi disputó todavía una temporada más en el Camp Nou, pero no fueron capaces de superar los octavos de final, donde cayeron precisamente contra el París Saint-Germain.
Es la última vez que el conjunto blaugrana ha logrado superar la fase de grupos de la máxima competición continental.
En el club francés, el argentino tampoco ha conocido grandes alegrías europeas, pero en esta edición tiene la posibilidad de vengarse de su bestia negra alemana y de conducir a la gloria a un equipo que no ha tenido tampoco buena suerte contra el Bayern en los últimos años.
En los últimos cinco duelos entre ambos solo un triunfo francés, que el año pasado ya cayó en cuartos de final frente a los alemanes.
El partido atrae toda la atención mediática. Puede servir de tabla de salvación para el PSG de Messi o asestar un nuevo golpe mortal al proyecto catarí del equipo francés.
Con información de EFE
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