Entre las frutas y productos que van al interior de las piñatas están naranja, caña de azúcar, cacahuate, jícama, mandarina, lima y tejocote
Las frutas y oleaginosas utilizadas para rellenar las tradicionales piñatas de las fiestas decembrinas en México generaron en conjunto un valor de producción superior a los 17 mil 456 millones de pesos (unos 882 millones al cierre de 2021) y su abasto está asegurado para la temporada 2022, indicó el Gobierno de México.
Entre los frutos y productos que van al interior de la piñata están naranja, caña de azúcar, cacahuate, jícama, mandarina, lima y tejocote.
En un comunicado la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó que, según datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) la cosecha de naranja generó 13 mil 99 millones de pesos.
En tanto, la caña de azúcar, mil 242 millones de pesos; cacahuate, mil 281 millones de pesos; jícama, 901 millones de pesos; mandarina, 747 millones de pesos; lima, 162 millones de pesos, y tejocote, 22 millones de pesos.
Mientras que por volumen, señaló la Sader, la producción de naranja sumó 4.59 millones de toneladas, que ubican a México como el quinto productor mundial, con el estado de Veracruz aportando 2.72 millones de toneladas.
En tanto, la caña de azúcar totalizó 237 mil 793 toneladas en 2021 y de los 11 estados productores, Sinaloa contribuyó con 128 mil 400 toneladas.
Mientras que el volumen de cacahuate sumó 102 mil 779 toneladas, el monto más alto de los últimos nueve años, y la producción de jícama cerró 2021 con 242 millones de toneladas.
Por su parte, la mandarina registró un volumen de producción de 238 mil 276 toneladas al cierre de 2021, con Veracruz a la cabeza con 101 mil 133 toneladas.
La lima, otro de los cítricos que contiene la piñata, cerró el año pasado con 29 mil 371 toneladas al tiempo que la cosecha de tejocote alcanzó 5 mil 252 toneladas con el estado de Puebla aportando 5 mil 107 toneladas.
La tradición de romper la piñata llegó a México en la segunda mitad del siglo XVI cuando los frailes agustinos de Acolman de Nezahualcóyotl, cerca de la zona arqueológica de Teotihuacán, recibieron la autorización del Papa Sixto V para celebrar las “misas de aguinaldo”, que más tarde se convertirían en las posadas.
Fue en esas misas que tuvieron lugar en los días previos a la Navidad en los que los frailes introdujeron las piñatas.
La dependencia invitó a la población mexicana a adquirir estos frutos, pues además de generar ingresos para los agricultores del país, poseen múltiples propiedades nutricionales y son referente cultural de las festividades decembrinas.
Con información de EFE
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