“El opresor asesino de Bukele”, así fue como calificó Nicolás Maduro al presidente inconstitucional, Nayib Bukele. Esto tras las recientes elecciones del país venezolano, que fueron criticadas por diversos países de América Latina, entre ellos El Salvador.
El presidente Nicolás Maduro incluyó al presidente inconstitucional, Nayib Bukele, dentro de la «internacional fascista», junto a Jair Bolsonaro (expresidente de Brasil) y Javier Milei (presidente de Argentina), entre otros. Bukele, por su parte, no le tomó importancia.
La respuesta de Bukele fue en emoji a través de X, causándole risa. Bukele ya le ha dedicado palabras a Maduro a través de sus redes sociales; pues luego que Nicolás Maduro ganara las elecciones presidenciales,el jefe de Estado salvadoreño dijo que lo que sucedió fue “un fraude”.
Bukele descalificó las elecciones, al asegurar que hubo fraude, y recordó la ruptura de las relaciones diplomáticas desde hace 4 años. “Lo que vimos ayer (domingo) en Venezuela no tiene otro nombre más que fraude. Una “elección” donde el resultado oficial no tiene relación con la realidad. Algo evidente para cualquiera”, comentó Bukele.
“Rompimos relaciones diplomáticas con Maduro desde hace 4 años. No las reabriremos hasta que su pueblo pueda elegir a sus líderes en elecciones de verdad”, sentenció Bukele.
Bukele ejerce un segundo mandato de forma inconstitucional pues la Constitución de la República lo prohíbe en al menos 6 artículos. Por lo que es considerado por los sectores profesionales y sociales como un dictador o alguien que ejerce la Presidencia de forma ilegal.
La frase “el opresor asesino de Bukele”, que utilizó Maduro, pudo hacer referencia a las múltiples violaciones a derechos humanos que se han documentado en el régimen de excepción; medida estatal que ha violentado derechos de miles de personas que nada tienen que ver con pandillas y que incluso ha generado muertes dentro de los penales.
De acuerdo con CRISTOSAL, desde el inicio del Estado de Excepción hasta el 15 abril del presente año, unas 261personas han muerto en los centros penales, algunos vapuleados, otros por negligencia al no entregarles medicamentos.
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